declarar – Conociendole a El

⁷^«El *ser humano sabe domar y, en efecto, ha domado toda clase de fieras, de aves, de reptiles y de bestias marinas; ⁸pero nadie puede domar la lengua. Es un mal irrefrenable, lleno de veneno mortal.» -Santiago 3:7-8

¿Cuántos alguna vez no hemos dicho algo de lo cual nos hemos arrepentido? ¿Cuántos hemos pasado vergüenza por haber dicho algo que dábamos por hecho y resultó que no era cierto? ¿A cuántas personas hemos herido y cuantos nos han herido con una palabra dicha en un momento de coraje? Todos en algún momento hemos pecado con la lengua y la palabra lo dice;²«Todos fallamos mucho. Si alguien nunca falla en lo que dice, es una persona *perfecta, capaz también de controlar todo su cuerpo.» Santiago 3:2

Los pecados de la lengua incluyen; el hablar bajo ira o enojo, hablar a la ligera, la blasfemia, la mentira, el maldecir, el criticar, murmurar, juzgar y el proferir palabras obscenas entre otros. En la Biblia se expone el tema de la lengua en el Antiguo Testamento y en el Nuevo Testamento, siendo el libro de Santiago uno de los que más abarca el tema. En términos generales debemos saber la importancia de lo que hablamos porque la Biblia dice: «³⁶Pero yo les digo que en el día del juicio todos tendrán que dar cuenta de toda palabra ociosa que hayan pronunciado. Porque por tus palabras se te absolverá, y por tus palabras se te condenará.» Mateo 12:36-37 así de serio es el asunto.

Hay un refrán popular que dice «las palabras se las lleva el viento» ésto es falso completamente y va en contra de la palabra de Dios. ²¹En la lengua hay poder de vida y muerte; quienes la aman comerán de su fruto. Proverbios 18:21 Tenemos que aprender a controlar lo que hablamos, ciertamente el problema no emana de la lengua en sí. Todo comienza en la mente, por eso se nos exhorta a transformar nuestras mentes con la palabra de Dios, ésta palabra hará nido en tu mente y en tu corazón dando como resultado una nueva forma de expresión. ³⁴Camada de víboras, ¿cómo pueden ustedes que son malos decir algo bueno? De la abundancia del corazón habla la boca. ³⁵El que es bueno, de la bondad que atesora en el corazón saca el bien, pero el que es malo, de su maldad saca el mal. Mateo 12:34-3

Declarar por Fe

» Te dare las llaves del reino de los cielos; todo lo que ates en la tierra sera atado en el cielo, y todo lo que desates en la tierra sera desatado en el cielo.» Mateo 16:19

Este principio es poderoso si recibimos la revelación y lo ponemos en práctica. Nosotros como hijos del Dios tenemos la autoridad dada por Jesús para declarar palabra a nuestras vidas y a las vidas de otros. Satanás no tiene otro remedio que obedecer la palabra que declaramos, por eso constantemente pone pensamientos contrarios en tu mente para que declares justo lo que el quiere hacer en tu vida. Lo cierto es que tengamos o no el conocimiento éste principio se ejerce. Si hablamos negativo o contrario a los deseos de Dios en nuestra vida, éso cosecharemos. Entonces debemos alinearnos a la palabra de Dios y hablar lo que Dios habla. Muchas veces nosotros mismos maldecimos nuestras vidas, nuestro futuro, a nuestros esposos, hijos, amigos etc. por dejar nuestra boca ser usada en cierto momento por Satanás. Nos dejamos llevar por lo que vemos y despues de orar por una situacion, declaramos que no va a cambiar. Un ejemplo de esto es la persona que esta enferma, ora por sanidad y cree que Dios tiene el poder de sanarla, pero al recibir resultados negativos toda su esperanza se viene abajo y declara que esta muy enferma. En Génesis se nos muestra que «dijo Dios» y todo fué creado. Varias veces Dios mismo le ordenó a sus profetas que declararan una palabra a su pueblo. A Ezequiel le ordenó hablarle a unos huesos secos en el desierto y éstos cobraron vida (Ezequiel 37:1-11). Si no hay nada positivo que hablar nos debemos quedar callados. Declara lo que quieres ver en tu familia en fe. No importa la situación que estés atravesando, el enemigo susurrará a tu oído que nada va a cambiar, mándalo a callar y declara que como hijo de Dios tus promesas se cumplirán. Tu boca puede ser usada por quien tu permitas que sea usada, puedes decidir hablar palabras de vida o palabras de muerte y destrucción.

El Chisme

«Sin leña se apaga el fuego; sin chismes se acaba el pleito.» Proverbios 26:20

«La gente chismosa revela los secretos; la gente confiable es discreta.» Proverbios 11:13

Son muchos los versos en la Biblia que se dedican al chisme y como proceder ante éste. Por el chisme se han destruído hogares, familias, amistades y reputaciones. Debemos rechazar este comportamiento y no darle pie a otras personas que nos usen como «oídos». Si sabemos que una persona esta actuando en error nuestro deber como cristianos es confrontarla o pedirle a alguien con autoridad que la confronte frente a nosotros.

El Juzgar

7 »No juzguen a nadie, para que nadie los juzgue a ustedes. ²Porque tal como juzguen se les juzgará, y con la medida que midan a otros, se les medirá a ustedes. Mateo 7:1-2

El creyente debe someterse primero él mismos a la obediencia de la palabra de Dios antes de juzgar y criticar a los demás. El señalar los pecados y errores ajenos a la luz de nuestra propia «justicia» es pecado. Nosotros no somos llamados a juzgar sino a confrontar con amor que son dos cosas diferentes.

Cuando tenemos el discernimiento que una persona está actuando en contra de la palabra de Dios es nuestro deber primero orar por ésa persona y luego bajo la guía del Espíritu Santo confrontarla con la palabra de Dios. No se confronta a las personas con nuestras opiniones ni sentimientos que pueden cambiar constantemente, se confrontan con la palabra de Dios que es la base moral por la cual nos regimos, es viva, poderosa y eficaz para enseñar. No hay nada que añadir a la palabra ya escrita, lo que Dios dijo ayer se aplica en el día de hoy nos guste o no. Al ser confrontados con la palabra las personas tienen dos opciones la aceptan y se arrepienten o la rechazan. Al final no estan rechazando al mensajero sino al que envió el mensaje.

El Maldecir

¹⁷y porque le encantaba maldecir, ¡que caiga sobre él la maldición!
Por cuanto no se complacía en bendecir, ¡que se aleje de él la bendición!
¹⁸Por cuanto se cubrió de maldición como quien se pone un vestido, ¡que ésta se filtre en su cuerpo como el agua!,
¡que penetre en sus huesos como el aceite! Salmo 109:17

Las personas no tienen idea de lo que dicen cuando maldicen. Sea cual sea la maldición si la has usado o la usas te exhorto a arrepentirte en éste momento. Estás trayendo maldición a tu vida y a tu familia.

Hay mucho por aprender en cuanto a los pecados de la lengua, los anímo a escudriñar la palabra de Dios sobre este asunto. Al pie del artículo hay un listado de lecturas donde pueden ampliarlo especialmente en aquellas áreas donde reconocen que son más débiles. No se limiten, la palabra de Dios es la fuente de la sabiduría y es mas dulce que la miel.

Padre Santo, Dios Todopoderoso y eterno venimos a ti con un corazón arrepentido. Te pedimos que nos perdones por usar palabras que van en contra de tu voluntad en nuestras vidas. Te pedimos que nos ayudes a tener el dominio de nuestra lengua y que seas tu Señor quien la uses para bendecirnos y bendecir. Ayúdanos a hablar tu palabra aún en la adversidad y mantenernos firmes en nuestra declaración. Transforma nuestra mente y nuestro corazón. Gracias porque nos escuchas, todo te lo pedimos en el nombre poderoso de Jesús. Amén

Lecturas adicionales:

Blasfemia y mentiras: