Parte del proceso de crecimiento en la vida incluye el superar obstáculos. Desde que nacemos la vida nos presenta retos y poco a poco los vamos superando. Un bebe al nacer se tiene que mantener en la posición que sus padres lo acomodan porque aún no tiene la fuerza física o el conocimiento de como voltearse. Algunos a los pocos días de nacidos ya superan ese obstáculo y pueden voltear su cuerpo buscando la comodidad deseada. Sin embargo esto no queda ahí, su cuerpecito en crecimiento necesita ejercitarse y con los meses en busca de mayor movimiento el bebe ya gatea, luego camina, se cae, vuelve y se levanta. Caminar ya no es suficiente y quiere experimentar que se siente al correr. En todo ese proceso caerá una y otra vez, pero su persistencia y su deseo de lograr la meta que es el ser independiente es mas fuerte que el temor a caerse. El miedo no lo paraliza, cada día se levanta con el deseo de intentarlo una y otra vez hasta que su andar se perfecciona y deja de ser un obstáculo en su camino a la independencia. Ya no depende de mama o papa para que lo muevan de sitio o le den el juguete deseado, y puede obtenerlo por si mismo.
De igual forma es nuestro andar en el crecimiento espiritual. Aceptamos a Jesús y la palabra dice hemos nacido de nuevo. Los primeros tiempos de nuestra conversión dependemos del alimento que nos brindan nuestros padres espirituales, los pastores. La guía y dirección de ellos en nuestras vidas es sumamente importante porque darán base para nuestro caminar con Dios. Es deber del pastor guiar a las ovejas a la fuente de todo que es Dios y su palabra. Un cristiano comprometido debe entender que su próxima etapa es crecer en el conocimiento de la palabra de Dios. Ya esto es un paso de independencia en la vida cristiana. Al pasar el tiempo no dependes solo de la predica los domingos, en tu día a día te alimentas de la palabra y descubres por ti mismo tu camino. Ya dejas de depender totalmente de lo que te digan porque estas aprendiendo a escuchar a Dios en tu tiempo de intimidad con el. Vendrán pruebas, crisis, enfermedades pero si sabes cual es tu meta, el llamado que Dios ha hecho a tu vida y las promesas que te ha dado, eso será suficiente para que como el niño te levantes cada día con la disposición de seguir adelante hasta conseguirlo. Para un niño que esta aprendiendo a caminar, el levantarse nuevamente es un reto. Necesita la disposición, balance, valentía y un fuerte deseo de conseguirlo mucho mas si se ha golpeado. Jesús mismo dejo claro que no seria fácil el seguirlo. Tendrás que cargar tu cruz y pasarás muchos desafíos. Pero también la palabra nos anima una y otra vez diciendo «se fuerte y valiente» tienes que aprender a levantarte y seguir adelante, de las heridas se encarga Dios. Nuestra meta es un premio eterno, debes enfocarte en eso. Nosotros como cristianos tenemos un llamado mayor a lo que podemos ver o entender. Y el impacto de nuestras vidas será eterno para bien o para mal dependiendo el rumbo que desees tomar.
Quiero en este artículo hablar sobre lo que yo llamo tres grandes obstáculos para nuestro crecimiento espiritual. No son los únicos, pero son los que más me llaman la atención en ésta hora.
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FALTA DE FE O INCREDULIDAD
11 Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve. -Hebreos 11:1(RV1960)
6 Pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan.-Hebreos 11:6(RV1960)
12 Mirad, hermanos, que no haya en ninguno de vosotros corazón malo de incredulidad para apartarse del Dios vivo;
13 antes exhortaos los unos a los otros cada día, entre tanto que se dice: Hoy; para que ninguno de vosotros se endurezca por el engaño del pecado. -Hebreos 3:12-13(RV1960)
Muchos pueden caer en la trampa de la religiosidad diciendo que son de Dios, confesando que son salvos y su corazón esta lejos de Dios. El cometer pecado intencional en contra de la advertencia del Espíritu Santo lo entristece y poco a poco lo aparta de tu vida. El endurecer tu corazón a la palabra de Dios, a los profetas y/o consejería pastoral es una afrenta y rebeldía directa contra Dios. Esto entristece al espíritu y lo aleja de tu vida.
Es por eso que el Apóstol Pablo les escribió esto a los Corintios;
5 Examínense para ver si están en la fe; pruébense a sí mismos. ¿No se dan cuenta de que Cristo Jesús está en ustedes? ¡A menos que fracasen en la *prueba! ‘-2 Corintios 13:5(NVI)
2. TEMOR
Todos deseamos ser aceptados, amados y bien recibidos. El miedo al rechazo , a la burla o al ridículo estancan el crecimiento espiritual. Cuando el temor es un obstáculo para que obedezcas a Dios debes saber que esto es un ataque directo del enemigo para detener tu propósito. Satanás es un mentiroso y susurra derrota, vergüenza y baja autoestima a tu oído. ¡NO LO ESCUCHES! Mas bien toma tu posición como hijo de Dios y repréndelo en el nombre de Jesús. Nosotros somos llamados a vivir en santidad tal como Jesús que es nuestro ejemplo. Somos llamados a ser luz del mundo y sal de la tierra y si callamos ¿quien llevara el evangelio? No hay nada que temer porque el que esta en nosotros es mas grande que el que esta en el mundo.
7 Pues Dios no nos ha dado un espíritu de timidez, sino de poder, de amor y de dominio propio. -2 Timoteo 1:7(NVI)
8 Así que no te avergüences de dar testimonio de nuestro Señor, ni tampoco de mí, que por su causa soy prisionero. Al contrario, tú también, con el poder de Dios, debes soportar sufrimientos por el *evangelio. -2 Timoteo 1:8(NVI)
12 Por ese motivo padezco estos sufrimientos. Pero no me avergüenzo, porque sé en quién he creído, y estoy seguro de que tiene poder para guardar hasta aquel día lo que le he confiado.[a] -2 Timoteo 1:12(NVI)
3. FALTA DE COMPROMISO
Puedes tener el deseo de agradar a Dios, pero si no te comprometes con su palabra, si no estas dispuesto a dejar a un lado otras cosas que te toman tiempo para utilizar ese espacio en crecer espiritualmente no llegaras a ningún lado. Esto no aplica solamente en el área espiritual sino en todas las áreas de la vida. Para lograr nuestras metas tenemos que comprometernos con las mismas y dedicarles el tiempo que se merecen, de lo contrario no las lograremos.
En la Biblia Dios hace la analogía de la relación de el con la iglesia y el matrimonio. Todos los que estamos casados, o lo hemos estado conocemos que un matrimonio no se sostiene solo por el amor de sus cónyuges. Cuando pasa la etapa del romanticismo inicial se comienzan a «descubrir» las faltas mutuas. Ese gran amor del comienzo de la relación puede apagarse si no existe el compromiso de la palabra empeñada en el pacto matrimonial y el genuino deseo que esa relación prospere a otros niveles no experimentados.
De esa forma debe ser nuestra relación con Dios. Nos enamoramos de el y le entregamos nuestras vidas. Al pasar el tiempo inevitablemente llegan las pruebas, tentaciones, enfermedades, etc. Solo un genuino compromiso con Dios y con su palabra, solo el haberle conocido en la intimidad y el tener una estrecha relación con el te dará las herramientas necesarias para mantenerte firme en tu declaración de fe. Pero si al primer problema dejas de orar, de leer la palabra, de buscar la presencia de Dios en la intimidad, dejas de asistir a la iglesia y te aíslas. Te estas poniendo en una posición suceptible a los ataques del enemigo. Para vencer los obstáculos primero tienes que identificarlos. Examina tu corazón delante de Dios y pídele que te revele cuales son los obstáculos en tu andar con el.
La carrera del cristianismo no es una de fuerza sino de resistencia. Cada vez que te enfrentes con un obstáculo acude a Dios y renueva tus fuerzas en la intimidad de su presencia. Ora, lee mas su palabra, ayuna, búscale con mayor esmero que nunca porque es en ese tiempo donde el enemigo esta mas dispuesto a destruirte, pero Dios esta a tu lado para darte la victoria. Mantén tu mirada fija en Dios, en la promesa de vida eterna y en todas esas promesas que Dios dio a tu vida. Son tuyas, te pertenecen, el las ideo solo para ti.
11 Porque yo sé muy bien los planes que tengo para ustedes —afirma el Señor—, planes de bienestar y no de calamidad, a fin de darles un futuro y una esperanza. 12 Entonces ustedes me invocarán, y vendrán a suplicarme, y yo los escucharé. 13 Me buscarán y me encontrarán, cuando me busquen de todo *corazón. – Jeremías 29:11-13
Recuerda después de cada obstáculo vencido, esta la satisfacción de la meta alcanzada. Vuelve a ser niño y atrévete a vencer esos obstáculos que paralizan tu vida espiritual y con ello tu propósito y tus bendiciones.
Nuestra meta es mas valiosa que todo el oro del mundo. Alcanzar las promesas de nuestro Señor Jesucristo. ¡Anímate! ¡Dios te bendiga!
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