Pues, ¿qué gana el hombre con todos sus esfuerzos y con tanto afanarse bajo el sol? Todos sus dias estan plagados de sufrimientos y tareas frustrantes, y ni siquiera de noche descansa su mente. ¡Y también esto es absurdo! Eclesiastés 2:22-23
Los sufrimientos son parte de la vida. Todos pasamos por tiempos dolorosos a diferentes grados. La diferencia que tienen unas personas de otras es cómo enfrentan esos problemas. Nosostros los hijos de Dios pasamos las mismas tribulaciones y problemas que el resto del mundo. Nos enfrentamos a problemas familiares, económicos, de salud, desempleo y hasta la muerte de un ser querido. Siendo cristianos seguimos enfrentando esas tribulaciones aunque muchos desearíamos que al recibir a Jesús como Señor y Salvador de nuestras vidas, todos nuestros problemas desaparecieran. Lamentablemente no es así. Incluso muchos podrían decir que después de haberse convertido al evangelio comienzan a tener mas problemas y obstáculos que antes. Hay momentos donde nos sentimos solos aún alrededor de mucha gente.
«Queridos hermanos, no se extrañen del fuego de la prueba que están soportando, como si fuera algo insólito. Al contrario, alégrense de tener parte en los sufrimientos de Cristo, para que también sea inmensa su alegría cuando se revele la gloria de Cristo.» 1 Pedro 4:12-13
Jesús nos dice en Marcos 8:34, «Si alguien quiere ser mi discípulo que se niegue a sí mismo, lleve su cruz y me siga.» El seguir a Cristo y llevar una vida en santidad mientras vivimos en ésta tierra no es nada fácil. Requiere trabajo y esfuerzo diario y sólo con la ayuda del Espíritu Santo podemos lograrlo.
«Vale más llorar que reir; pues entristece el rostro, pero le hace bien al corazón.» Eclesiastés 7:3
MALAS DECISIONES
La vida tiene sus altas y bajas, vivimos en un mundo «caído» donde el dios de éste mundo ha cegado a todos y la maldad abunda. Todos pecamos, pues la palabra lo dice (Romanos 5:12), y el resultado del pecado es la muerte. Las consecuencias de nuestras decisiones muchas veces dictan nuestra felicidad o tristeza futura.
Cada acción tiene una consecuencia, de igual forma las malas decisiones traen consigo sufrimiento, tristeza y dolor. Tal vez al momento de tomarlas no lo veamos de ésta forma, pero el tiempo nos pasará la factura. Por otro lado, si ha sido un miembro de la familia que ha tomado decisiones incorrectas y lo han llevado a tener ciertos problemas como adicciones, depresión, enfermedad física o mental, falta de empleo, etc. También el resto de la familia sufre a consecuencia de ésas decisiones. No es culpa de ellos, pero como parte de ésa familia, si un miembro sufre los otros también. Ésto es especialmente triste cuando hay niños envueltos, sabiendo que son como pequeñas plantas las cuales hay que nutrir y cuidar para que en un futuro sean árboles fuertes que den buen fruto.
¿Como aprendemos a tomar buenas decisiones? Por medio de la Palabra de Dios que es la fuente de toda sabiduría. Haces tuya esa Palabra y el Espíritu Santo te guiará a toda verdad y te enseñara las decisiones que debes tomar. Cada día tomarás mejores decisiones, no serás perfecto(a) pero estaremos en el camino de la perfección hasta que Jesús vuelva por nosotros.
«Yo te guío por el camino de la sabiduría, te dirijo por sendas de rectitud.» Proverbios 4:11
«El camino de la sabiduría es el temor del Señor; conocer al Santo es tener discernimiento.» Proverbios 9:10
«Si eres sabio, tu premio será tu sabiduría; si eres insolente, solo tu lo sufrirás.» Proverbios 9:12
Si tu sufrimiento o problema ha sido el resultado de una mala decisión en tu vida, arrepiéntete ante el Señor, dispón en tu corazón que no lo vuelves a hacer y empieza a vivir conforme a la Palabra de Dios. Si el sufrimiento es causado por decisiones de un ser querido, no tienes control sobre ellos, solo puedes orar por su arrepentimiento y para que vuelvan sus ojos al Señor. Mientras, «que la paz de Dios guarde tu corazón» (Filipenses 4:7).
PROBLEMAS FAMILIARES
Cuando el dolor es causado por un problema familiar, ya sea de matrimonio, hijos o familia extendida, tendemos a juzgar y echar culpas rápidamente empeorando la ya maltrecha relación con palabras hirientes, ausencia del hogar o incumplimiento de nuestras obligaciones ya sean financieras, físicas o emocionales.
Si es ésta tu situación pon un alto a los altercados. Preséntate ante el Señor con tu problema, perdona y se un ejemplo para tu familia viviendo lo que dice la Palabra de Dios. Ellos serán transformados por lo que ven en ti, no por tus palabras. Haz guerra de rodillas, ora, ayuna y confía en el Señor.
ENFERMEDAD
Podemos estar atados por enfermedades físicas o emocionales que nos mantienen «atrapados» en un estado de lamentos y nos hunden en el pozo de la lástima por nosotros mismos. Algunas personas inconscientemente se sienten confortadas por la atención recibida en tiempos de enfermedad y su enfermedad o estado depresivo se prolonga.
Esto es peligroso y triste no solo para ti, si no para tus seres queridos a los que arrastras a esa penuria. Nos sentimos movidos por compasión a una persona que sufre o que está enferma, pero el hecho que nuestra ayuda y apoyo no sean suficientes para aliviar la situación, y ante la realidad que la persona misma se niega a salir del pozo de la lástima, no hay otra reacción mas comprensible que querer salir corriendo.
Por esto, si te identificas con ésta situación, si has caído en un ciclo de quejas constantes y pena por ti mismo, ora y pide al Señor que te sane y te muestre otras maneras de pasar el tiempo en compañía sin utilizar la lástima. Comienza transformando tu mente a través de la Palabra de Dios.
«Destruimos argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios, y llevamos cautivo todo pensamiento para que se someta a Cristo.» 2Corintios 10:5
«Todo lo puedo en Cristo que me fortalece.» Filipenses 4:13
MUERTE
La muerte de un ser querido es una de las experiencias humanamente más dolorosas. Si la persona que muere estaba enferma, el tiempo de dolor y duelo comienza antes de su partida haciendo el proceso lasgo. Por otro lado, si la persona tiene una muerte súbita, sea cual fuere la causa, el dolor de la noticia puede ser tan intenso que muchas personas lo describen como «irreal» o sentirse «flotando». Los sobrevivientes pueden caer en depresión y con ésto arrastrar el resto de la familia al pozo del dolor.
Nosotros, contrario al resto del mundo, tenemos una esperanza. En 2 Corintios 5:7-8 dice «Vivimos por fe, no por vista. Así que nos mantenemos confiados y preferíamos ausentarnos de éste cuerpo y vivir junto al Señor.»
También en 1 Tesalonicenses 4:13-18 se nos habla del tema de la muerte, los invito a escudriñar ésta palabra y encuentres aliento para tu dolor.
NUESTRA ESPERANZA
Para todas las situaciones expuestas anteriormente hay esperanza. No pretendo enumerar todas las causas de nuestros sufrimientos, algunos son ataques directos del enemigo y nada tienen que ver con tus actos o si estás o no en pecado. La esperanza para tu problema, enfermedad, dolor o crisis es Jesucristo nuestro Señor. «El Señor está cerca de los quebrantados de corazón y salva a los de espíritu abatido.» Salmo 34:18
Si no has recibido al nuestro Señor Jesús como tu Salvador te invito a leer nuestra página Plan de Salvación y seas bendecido con el regalo más grande que hayas recibido, la salvación de tu alma.
Dios te ama, Jesús dió su vida por ti y el Espíritu Santo está a tu disposición para ayudarte a conquistar todos los obstáculos en tu andar por éste mundo.